30 años de Cuero Negro
Útero
En Lima de 1988, punks y metaleros se agredían mutuamente y Giuseppe Risica, director del fanzine Cuero Negro, por medio de editoriales y notas sobre bandas, gráficos y comics, entrevistas y reflexiones acerca del movimiento contra lo establecido, plasmaba varias ideas y alternativas de convivencia. Hoy su fanzine Cuero Negro celebra 30 años y ha convocado a un concierto con distintas bandas nacionales y extranjeras. Las puertas estarán abiertas desde las 6.00 p.m. con feria de sellos, distribuidores y fanzines. Y la entrada costará 10 soles y menores de 25 años entraran completamente gratis.
Conversamos con él sobre su fanzine.
Seguí
desde el inicio a Cuero Negro y el
fanzine –desde 1988- ayudó a no deplorar otros gustos musicales. ¿Qué te motivó
a romper, a ampliar las fronteras del thrash metal?
Bueno, la idea era difundir la música que nos gustaba, dentro
del rango del metal, primero, y luego ampliando al hardcore y el punk. El punto
era que dentro de nuestros parámetros la música tenía las mismas connotaciones
rebeldes en cada uno de esos estilos, si bien la forma de expresarla no era
igual.
¿Y por
esa rebeldía hubo grupos con los que Cuero
Negro sentía más afinidad? ¿Digamos el grupo Anti de Miguel Det?
No necesariamente. A nosotros nos pidió Miguel Det que nos uniéramos
a la Asociación de Fanzines Alternativos (AFA), incluso tuvimos una reunión con
todos los fanzines en mi casa, pero no nos convencía la idea de dogmatizar y estandarizar
las publicaciones. El dogmatismo siempre ha sido enemigo de la libertad de expresión.
¿Y hubo
rencillas con el fanzine Termonuclear?
No, para nada. Con Nico Vidal y hasta con Miguel Det teníamos
puntos en común y discrepancias, eso no creaba, al menos para mí, rencillas. Jamás
me he molestado por pensamientos diferentes a los míos
¿Contra
qué se rebelaba Cuero Negro? ¿Hoy
mantiene las mismas ideas que en 1988?
Siempre nos rebelamos y nos rebelaremos con las modas
impuestas por las multinacionales, actualmente el 70% de la música la manejan
cinco compañías que intentan desaparecer el rock porque es muy complejo manejar
a sus fans. Pero no se dan cuenta de que el rock fue y es un movimiento underground que no pueden ni podrán manejar.
A veces crean ídolos que se ponen de moda, pero eso pasa. La música es el arte
de combinar los sonidos en el tiempo, si no tiene arte no es música. Tenemos
las mismas ideas pero las hemos madurado, no nos creemos dueños de la verdad. Siempre
dispuestos a aprender, siempre apoyando a bandas que no reciben la difusión que
merecen.
Te
conocí en "Disco Tienda" y me entregaste el Cuero Negro número 6 y me
dijiste: "Para que dejes de leer Escuela Nueva". ¿Qué recuerdas con
nostalgia de los finales de los años 80 sobre la escena subte-metalera?
Recuerdo esa capacidad de asombro frente a un disco
nuevo, a una banda nueva, hay tanto en la red que la mayoría no se da el
trabajo de disfrutar un disco entero, el trabajo de un artista plasmado en su
obra. Ahora eso se ha perdido. Muchos no escuchan más que un minuto de cada
tema.
¿Creen
que los contornos escondidos de la cultura subterránea, de esa cultura de
difícil acceso ha muerto?
No creo que muerto, pero si apagado bastante. La crítica y la
rebeldía se están reduciendo a los opinologos de Facebook. Hay una apatía y un
desgano fuerte, no hay mucha gente nueva interesada en difundir nueva cultura subterránea.
Solo hay los viejos que viven de lo que hicieron veinte años atrás y los jóvenes
que los admiran. Los que hacemos y seguimos explorando y apostando por cosas
nuevas, nos siguen recordando por lo antiguo.
¿Dirías
que ha resucitado la polémica entre los subterráneos del centro de Lima y los
pitucos de Barranco?
No, para nada. La visión de los 80s sobre pituco y misio ha
cambiado por completo. Lo que veo es un asunto aspiracional muy marcado, la
gente de pocos recursos aspira a ser como los que tienen. Antes esa aspiración
estaba acompañada de resentimiento, ahora es una envidia más latente.
¿Qué
envidian?
La fama, los contactos, el círculo en el que se mueven, el dinero.
En un
número de Cuero Negro hubo una
entrevista a Hadez. ¿La fricción con
el grupo era por el machismo de sus letras?
A mí me causaba gracia algunos comentarios, no solo de Hadez sino de varios grupos. El machismo
es parte de un concepto que mezcla “tradición”, estereotipos e ignorancia. Es
muy común que la gente tenga conceptos errados basados a esas tres premisas.
¿En la
esencia del Black Metal hay machismo?
No, para nada. No está dentro de la filosofía Black, es más dentro
del pensamiento de Anton Szandor LaVey (fundador de una Iglesia de Satán y
también por ser proclamado como el Papa Negro). El machismo es una concepción
judeo-cristiana, para nada compartido con todos los satanistas. Más he visto en
el death metal norteamericano el machismo porque proviene de estratos socio-económicos
de zonas como Texas y Mississippi, hijos de granjeros por lo general.
Dentro
de las cosas que llamaron la atención sobre Cuero
Negro, es que tú apostabas por una comunicación clara y crítica del orden
establecido.
Es que el orden establecido propone cuadricular y
estandarizar a las personas, pero cada uno de nosotros es un universo.
¿Alguna
vez Cuero Negro tuvo problemas con la
policía?
¿Con la policía? No, nunca. Yo tuve algunos problemas porque
a los 18 era omiso al servicio militar, por ambulante y por pelucón. Pero por
Cuero Negro no.
¿En el Perú
cuál es una de las bandas con una dimensión artística que pueda superar la
barrera del tiempo?
A mí me gusta mucho los Saicos,
Fragil y Mazo. Los tres tienen ese ingrediente que mencionas.
Este año
el Souh of heaven de Slayer cumple
también 30 años. ¿Qué emociones vinculas a ese álbum?
Cada vez que mencionan ese disco me acuerdo de las pirámides
de Egipto (por un video del grupo). Yo crecí con Slayer, pero el disco que me
marco fue el Reign in Blood. Es un disco de menos de media hora que debo haber
escuchado unas mil veces.
¿Por qué
el metal peruano no logró alcanzar el nivel de Sepultura o Rata Blanca? ¿Por
falta de profesionalismo? ¿Problemas económicos? ¿Ausencia de disqueras?
Porque no se arriesgaron, somos muy pacatos, mojigatos y
temerosos, sé que hubo bandas que recibieron propuestas muy similares de
disqueras de afuera, pero se autoboicotearon. Es el miedo al éxito que le
ocurre a muchos en nuestro país.
Para ir
cerrando, ¿continúa la versión impresa de Cuero Negro?
Por ahora están el blog, los discos compilados y los
conciertos. El último numero impreso salió el 2012, pero puede haber sorpresas.
¿Cómo
invitarías a las nuevas generaciones a acercarse al mundo del rock subterráneo,
alternativo, al metal? ¿O es un recorrido personal?
Siempre es un recorrido personal, pero eso lleva de una forma
u otra a unirnos, a crear vínculos. Yo creo que las nuevas generaciones se van
a interesar si existen medios como Útero que ayuden a difundir la música
contracultural que siempre ha existido y va a seguir. Las nuevas generaciones descubrirán
su propio lenguaje y forma de manifestarse.
Giuseppe, ¿quieres añadir alguna otra idea?
Que la gente trate de preocuparse por escuchar mejor en vez de
sólo más y más.
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