Entrevista a Pedro Salinas





1) ¿Luis Fernando Figari fue el único culpable?
No. Figari es apenas el chivo expiatorio. Lamentablemente así es como lo quiere presentar el Sodalicio y el Vaticano. Como si Figari hubiese actuado sólo, sin cómplices ni encubridores. Algo imposible de creer. Por lo pronto existen testimonios que señalan al sacerdote Jaime Baertl como uno de los principales encubridores y protectores de Figari. Pero hay más, claro.

2) ¿Tu director espiritual, Virgilio Lavaggi, trató de manipularte tanto psicológica como sexualmente?
Sí. Y fue uno de los responsables de “lavarme el cerebro” o “formatearme mentalmente”. Porque en el Sodalicio te captan para luego convertirte en un “talibán”, en un fanático, en un incondicional. Adicionalmente, en una oportunidad, en el contexto de una sesión de “dirección espiritual” me dijo que yo era muy tenso y que necesitaba hacer yoga. Me pidió entonces que me desvistiera, que me quede en ropa interior, que me echara en el piso y cerrara los ojos. Cosa que hice, pues en el Sodalicio se obedece sin chistar, pues la obediencia “es la columna vertebral de la espiritualidad sodálite”. Y en un momento que supuestamente estaba pulsando mis “zonas de tensión”, me tocó en la ingle y yo reaccioné. Levaggi disimuló el incidente como si no hubiese pasado nada, y lo hizo tan bien que incluso llegué a creer que yo había pensado mal de mi director espiritual. Viendo ahora las cosas en retrospectiva, creo que ese evento fue una suerte de test, de sondeo perverso, a través del cual los jerarcas sodálites trataban de someter sexualmente a sus subordinados. La estrategia de Levaggi era la misma que usaban Figari, Germán Doig, Jeffrey Daniels, entro otros.

3) ¿Ellos están libre hasta el día de hoy?
Todos están libres. No hay ningún sodálite procesado por la justicia.

4) ¿Cómo los sodálites te convencieron para que te quedes en la congregación durante tanto tiempo?
El método de reclutamiento pasa por el alejamiento gradual de tu familia, de tus amigos, de tu enamorada. De pronto, sin que te des cuenta, tu único mundo es el de ellos. Y ellos se han convertido en tus nuevos padres, tus nuevos amigos. Te convencen de que la verdad la tienen ellos. De que tú naciste para ser sodálite. De que Dios tiene un plan para ti y ellos saben cuál es ese plan. El sistema de captación es el mismo que el de una secta. En este sentido, el Sodalicio no se diferencia mucho de Sendero Luminoso o de ISIS o de cualquier agrupación cerrada.

5) ¿Quién es German Doig?
German Doig llegó ser el número dos del Sodalicio y se convirtió en el referente de todos los sodálites. Era el modelo. Pero murió repentinamente en el año 2000. En el 2010 descubrí que German Doig era un abusador sexual de menores. Una víctima de Doig decidió contármelo todo. Y bueno. Lo demás cayó por su propio peso. Ese fue el inicio de la investigación que dio cabida a Mitad monjes, mitad soldados. Si esa persona no hubiese hablado, no nos habríamos enterado de nada.

6) ¿Salirse del Sodalicio ha sido un trauma?
Sí, claro. A mí me diagnosticaron Síndrome de Estrés Postraumático, una disfunción como consecuencia de mi paso por el Sodalicio. Curiosamente, es el mismo diagnóstico que tienen muchos de mis ex-correligionarios. El Sodalicio es una institución tóxica y perniciosa.

7) ¿Cuál fue el momento en que te diste cuenta que te estaban lavando el cerebro y decidiste irte?
Lo del lavado de cerebro no lo detectas ni lo aceptas hasta mucho después de que te has ido. Lo que me sacó del cuadro y me descolocó fue que me enamoré de una estudiante universitaria a la que yo había reclutado. Nunca pasó nada con ella, porque no habría sido lo correcto. O eso era lo que pensaba en ese momento (a estas alturas, confieso estar arrepentido de que no haya pasado nada). Pero ese tiempo en el que esta chica se metió en mi cabeza hizo que me cuestionara todo. Igual me retuvieron un tiempo largo hasta que al final tomé valor y me fui.

8) ¿Son eficaces las medidas del Vaticano contra la pederastia?
No. Son una burla. Una payasada. Una bofetada a las víctimas.

9) ¿Cómo debió reaccionar el Vaticano contra los pedófilos?
Si el Vaticano fuese una cosa seria, este fenómeno estaría siendo combatido en este momento. Pero no lo está haciendo. Y me temo que tampoco lo va a hacer. Creo que uno de los temas de fondo que no están enfrentando es el del celibato. El celibato debería ser facultativo y no obligatorio. El celibato es lo que suscita estas desviaciones en el comportamiento sexual de los religiosos. En mi pequeña opinión, claro. Probablemente esté equivocado. Pero, honestamente, la castidad forzada atenta contra la naturaleza. Los curas deberían casarse. Lo mismo que las monjas. Lo más alucinante en la institución católica es que estos mismos reprimidos sexuales son los que pretenden dictar cátedra sobre estos temas. Como si los conocieran. Y ahí están. Despotricando contra el aborto, contra la unión civil, contra la ideología de género, contra los condones, contra todo lo que no entienden.

10) ¿Ahora tú crees en Dios?
Ni creo en dios ni lo niego. Me considero un agnóstico. Soy agnóstico gracias al Sodalicio. En la Iglesia creo menos. O nada. ¿Por qué? He leído demasiado sobre ella. Y he visto cómo se comporta en los casos de pederastia religiosa. Me parece una institución corrupta e irredimible.

11) ¿Cuál es tu opinión sobre el libro Le perdono, padre?
No lo conozco. No lo he leído.




Entrevista a Pedro Salinas, autor de Mitad Monjes, mitad soldados y de El caso sodalicio, realizada por inteligentes estudiantes de la Universidad Peruana de Ciencias (UPC).

EstudiantesMariana Villarán, Alondra Flores, Alicia Chávez,  Lucero Cardoza.

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