Heroína digital: niños se convierten en adictos psicóticos
Cuando un niño
cruza la línea y consume videojuegos y usa redes sociales, su adicción es más
violenta que el consumo de heroína y cristales de metanfetaminas. Así lo
evidencia el doctor Nicholas Kardaras, autor de «Niños brillantes: cómo la adicción a la
pantalla secuestra a nuestros niños».
Muchos padres
intuitivamente entienden que las pantallas brillantes tienen un efecto negativo
en los niños. La hiperexcitación causada por los dispositivos digitales, una
vez desconectada, torna aburridos, apáticos, desinteresados a los niños. Cientos
de estudios clínicos, además, muestran que las pantallas aumentan la depresión,
la ansiedad y la agresión e incluso pueden conducir a características psicóticas y el videojudador pierde contacto con la realidad. Los niños de ocho a diez
años pasan ocho horas al día con varios medios digitales, mientras que los
adolescentes pasan once horas frente a las pantallas. Uno de cada tres niños
está usando tabletas o teléfonos inteligentes antes de que puedan hablar
(Declaración de Política de 2013 de la Academia Americana de Pediatría).
Pero es incluso
peor de lo que pensamos. Esos iPads, teléfonos inteligentes y Xboxes son una
forma de droga digital. Recientes investigaciones de imágenes cerebrales muestran
que, como la cocaína, la tecnología audio-visual afecta la corteza cerebral
frontal (que controla nuestros actos e impulsos) y, más que el sexo, eleva los
niveles de dopamina, el neurotransmisor más involucrado en las adicciones.
El doctor Peter
Whybrow, director de neurociencia de la UCLA, llama a las pantallas «cocaína
electrónica»
y los investigadores chinos los llaman «heroína digital». El doctor Andrew Doan, jefe
de investigación sobre adicción para el Pentágono y la Marina de Estados
Unidos, investiga la adicción a los videojuegos llamándola «pharmakeia
digital»
(«droga
digital»).
Para
desintoxicar de la droga digital a un niño hay que eliminar incluso la
televisión por cuatro a seis semanas; pero la época actual tiene tecnología en
cada rincón, es omnipresente. Una persona puede vivir sin drogas o alcohol pero
no sin tecnología. ¿Cómo evitar que nuestros hijos sean adictos digitales?
La clave es
evitar que los niños de cuatro a ocho años sean engullidos por las pantallas.
Eso significa leer libros en vez de iPads, jugar en el parque y hacer deportes
en vez de ver televisión. Y exigir que las escuelas no impongan un Ipad o una
Chromebook hasta que tengan al menos doce años de edad.
Es muy valioso
conversar honestamente con los hijos sobre porqué se elimina el acceso a la pantalla,
asegura Nicholas Kardaras, también fundador del instituto de rehabilitación The Dunes East Hampton. Y,
claro, desayunar, almorzar y cenar con los hijos, libres de cualquier contaminación
tecnológica en la mesa. Por ejemplo, el creador del iPhone (Steve Jobs),
educaba a sus hijos alejándolos de la tecnología virtual. Lo mismo el creador de Amazon (Jeff Bezos) y el
fundador de Wikipedia (Jimmy Wales), al igual que los fundadores de Google
(Sergey Brin y Larry Page): matriculan a sus hijos en escuelas sin tecnología.
Nunca ellos lo hicieron público, pero ya lo sabemos.
En resumen, si los
niños se sienten solos, alienados, sin propósito y aburridos fugarán hacia las
fantasías de los dispositivos digitales. Los psicólogos del desarrollo, por
eso, fomentan que los niños se conecten con experiencias creativas de la vida
real y formen relaciones de carne y hueso, amistades de reales. Sin embargo,
incluso si un niño tiene el apoyo de sus padres o sustitutos, podría caer en la
telarañas y tentáculos del mundo virtual.