Necropolítica
La idea es maquillar a Kuczynski, que
parezca demócrata, un ciudadano. Borrar cuando dijo que renegociar contratos es
idea de los cerebros andinos sin oxígeno. Que nos ayude la funeraria “Agustín
Merino” a disimular la palidez, lacar las uñas y untar mucha cera. Porque
además del neocapitalismo y de la minita semifeudal en África que le encontró el internauta y escritor Gustavo Faverón, Kuczynski lleva en sus tropas a Mercedes Aráoz, alanista acérrima,
que rechaza firmar una hoja de ruta. Es la sacerdotisa del Baguazo.
La idea es maquillarlo, que el olor de
sus huestes no se esparza. Encendamos florecillas de bosque y a embalsamar. No
hay otra. Porque, sobre todo, la hoja de ruta podrá incorporar temas políticos
elementales (vaya), pero no tocará a la economía.
Pero en la morgue están también los
economistas de la izquierda después de las preguntas de RMP hechas en el minuto
90. (90).
El fujimorismo, en cambio, es inmortal.
No necesita de Alberto ni Keiko. Se reencarna en todo patán que tutea al mozo y
hace comer al servicio doméstico con tenedor y cuchillo diferentes.